La comprensión de como los perros se comportan en la naturaleza puede ayudarnos a mejor satisfacer sus necesidades cuando los llevamos a nuestros hogares.
Cuando un cachorro llega al mundo, su primer líder de manada es su madre. Mamás caninas enseñan reglas, fronteras y límites, ¡desde el primer día!
Los cachorros recién nacidos no reciben un nombre como nosotros. Lo más cercano a una personalidad es su status dentro de la manada. En el mundo animal, hay dos posiciones: el líder y el seguidor.
Como recién nacidos, primero la nariz del cachorro empieza a trabajar, a continuación los ojos y por último los oídos. A medida que crecen, los perros siguen descubriendo el mundo en este orden: la nariz, los ojos y luego las orejas. Esto es totalmente opuesto a la forma en que nosotros humanos descubrimos el mundo: las orejas, los ojos y luego la nariz. Tenga esto en cuenta cuando conozcas a un perro por primera vez. Deja que el perro explore tu olor por completo antes de intentar cualquier otra interacción, así es como él llega a conocerte.
En su hábitat natural, perros trabajan por su agua y comida, y exploran el mundo que les rodea a pie. Esta actividad está arraigada profundamente en el ADN de un perro. Caminar ejercita el cuerpo de su perro y estimula su mente.
Sólo puede haber tantos líderes de la manada, por lo que la mayoría de los perros nacen sumisos. Esto crea un equilibrio en la manada y produce perros sanos y felices.
Como adultos, los perros esperan que el líder de la manada proporcione esa estabilidad. No cuestionan la posición del líder en la manada y el líder tampoco espera que otros perros afirmen su posición. Este es el equilibrio natural de la manada.
Su objetivo debe ser de proporcionar a sus perros el mismo liderazgo calmado y en confianza que experimentarían en una manada de perros.
¿Qué ha sido el más difícil para establecerte a ti mismo como el líder de la manada? Cuéntanos todo en los comentarios.